19.01.2019
Rataplan rataplán …. Por fin llegó el día. Llevamos ya una temporada con el animo inquieto, en todos los rincones de la ciudad escuchamos el retumbar de tambores y una animación inusitada de gente que se reune para los ensayos, algunos sin verse desde hace mucho y todos con la cabeza puesta en la jornada de San Sebastián.
Por fin llegó el día. Calles llenas gente, con prisa, desplazándose unos para un lado y otros para otro, muchos elegantemente vestidos, los más jóvenes de forma más informal y los forasteros sorprendidos de tanto trajín. Restaurantes, sociedades gastronómicas o casa de amigos son la meta de todos estos nerviosos transeúntes.
A las 21.15 horas ya estábamos a tope en la Cofradía, con la gente saludándose e intentando localizar su plaza en el intrincado puzle que hubo que realizar para emplazar a los 190 comensales. De nuevo, hacía años que esto no ocurría, se tuvieron que habilitar los tres comedores y una semana antes de la fecha hubo que cerrar las inscripciones.
Una Gilda, una brocheta de gambas con pistacho y pimientos rellenos de rabo fueron los entrantes a la cena. Un consomé al jerez, rape a la americana y solomillo Rossini completaron el menú antes de rematarlo con el postre, donde disfrutamos los tambores preparados por Rafa Gorrotxategi.
Sin darnos cuenta ya estábamos a pocos minutos de las 12 y aún sin tomar el café todo el mundo comenzó a hacer uso de los gorros y palillos preparados para la interpretación de la Marcha de San Sebastián., que comenzó a interpretarse a las 12 en punto, con gran solemnidad y descarga de emociones. Tras la Marcha, la Diana, antes de interrumpir momentáneamente la música para permitir a nuestro Gran Sukalde Jaun de bajar a la Plaza de la Trinidad a recibir a la tamborrada de Kaioneta que tras ceder el bastón de mando a nuestro “Presi” y bajo cuyos sones procedimos a la izada de la bandera de San Sebastián en el balcón de la Cofradía.
Nuestros Tambores
Postre: nuestros tambores.
"El Presi" dirigiendo la Marcha.
Onintza Mokoroa dirigiendo.